martes, 15 de marzo de 2016

Polonia

Contexto geográfico y perfil del país

Polonia, en polaco Polska, oficialmente denominada República de Polonia (Rzeczpospolita Polska), es un estado de Europa Central Oriental, situado entre los ríos Odra y Nysa (Oder y Neisse) que constituyen su frontera occidental con Alemania, el Mar Báltico en el norte, las llanuras bielorrusas y ucranias en el Este y las cadenas montañosas de los Sudetes y de los Cárpatos que la separan de la República Checa y Eslovaquia, respectivamente (Figura 1). Tiene una superficie de 312.679 km2 y una población de 38.005.614 (Eurostat, 2015), lo que da una densidad de 122 habitantes/ km2. Limita al oeste con Alemania, al norte con el Mar Báltico y el Territorio de Kaliningrad (parte de la antigua Prusia Oriental), enclave perteneciente a la Federación Rusa, al este con Bielorusia y Ucrania, al sureste con Eslovaquia y al suroeste con la República Checa.

Figura 1: Situación de Polonia en Europa y en la Unión Europea (fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Location_Poland_EU_Europe.png)

El país perteneció al llamado Bloque del Este, de los países satélites de la URSS, hasta 1989 y, desde el 12 de marzo del 1994 es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), desde el 1 de mayo de 2004, de la Unión Europea (UE) y, desde el 27 de diciembre de 2007, del Espacio Schengen. Su capital y ciudad principal es Varsovia (Warszawa), situada en el centro del país, en la orilla del río Vístula, con aproximadamente 1,730.000 habitantes (Figura 2), y sus mayores ciudades son Cracovia (Kraków), también en el Vístula, en el sur (Figura 3), con aprox. 760.000 habitantes, Łódź, también en el centro, con 720.000 habitantes, Wrocław, en el suroeste, con 630.000 habitantes, Poznań, en el oeste, con aprox. 578.000 habitantes, y Gdańsk (la antigua Danzig) y Szceczin (la antigua Stettin), el norte, ciudades portuaria en la orilla del Mar Báltico, con 460.000 y 410.000 habitantes, respectivamente.

Figura 2: La ciudad vieja de Varsovia, enteramente reconstruida después de la 2ª Guerra Mundial (fuente: http://www.guiamundialdeviajes.com/varsovia)

La bandera y escudo de Polonia se visualizan en la Figura 3. Su himno es la Mazurka de Dąbrowski (Mazurek Dąbrowskiego) (https://www.youtube.com/watch?v=uOEU0mLkBnU).

 
Figura 3: Bandera y escudo de Polonia (fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Poland)


La lengua oficial de Polonia es el polaco. Su moneda es el złoty (PLN), con un cambio actual de 1 EUR = 4,296 PLN (15/03/2016).

Geografía física

El relieve del territorio polaco está constituido por una gran llanura ocupada por las cuencas de los ríos Odra/Oder en el oeste y el Vístula (Wisła) en el centro-este, bordeada en el sur por las montañas de los Sudetes en el suroeste y por los Cárpatos en el sureste, cabeceras de los ríos mencionados (Figura 5). El río Vístula atraviesa Polonia de sur a norte y divide la llanura costera en dos regiones y, a su vez, territorios históricos: la Pomerania, antigua provincia alemana, zona pantanosa y lacustre, al oeste, y Mazuria, la parte sur de la antigua Prusia Oriental, y zona también lacustre, al este. Los principales afluentes del Odra/Oder son el Nysa/Neisse y el Warta, el río de Poznań, mientras que el Vístula recibe, aguas abajo de Varsovia, el Bug, cuya cuenca se extiende a las llanuras de Ucrania y Bielorusia (Figura 4).


Figura 4: Mapa topográfico de Polonia (fuente https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/dc/Poland_topo.jpg)

El clima es templado, continental. En el norte y oeste tiene un carácter más oceánico, volviéndose gradualmente más cálido y continental hacia el sur y el este. Los veranos son generalmente cálidos, con temperaturas medias entre 18 y 30° C en función de la región. Los inviernos son bastante fríos, con temperaturas promedio de 3° C en el noroeste y -6° C en el noreste. Las precipitaciones son frecuentes durante todo el año, aunque, sobre todo en el este; en invierno es más seco que en verano.


Historia [1]

Polonia nace como pueblo y estado cuando un grupo de eslavos migraron a las llanuras de las cuencas del Vístula y del Odra y establecieron unos asentamientos permanentes en las tierras hoy polacas en la alta edad media. En 966, el Príncipe Mieszko I de la dinastía Piast adoptó la cristiandad occidental y, en 1025, el hijo de Mieszko, Bolesław I Chrobry estableció formalmente un reino medieval (Figura 6).

Figura 6: El primer reino polaco medieval (992-1025) (fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/68/Polska_992_-_1025.png)

En la baja edad media, el período de la dinastía de los Jagiełło entre los siglos XIV y XVI unificó el Reino de Polonia con el Gran Ducado de Lituania, lo que representó un renacimiento cultural de Polonia y una expansión territorial que culminó con la creación de la llamada Confederación Polaco-Lituana en 1569 (Figura 7).

La Confederación, en su período inicial, representó la continuación de la prosperidad de los Jagiełło con el desarrollo de una sofisticada y curiosa república nobiliaria, la denominada Primera República Polaca. Desde la mitad del siglo XVII, no obstante, ese gran estado entró en declive como consecuencia de las devastadoras guerras polaco-suecas relacionadas con la Guerra de los Treinta Años y la deterioración del sistema político interno del país. A finales del siglo XVIII y, especialmente, en la Constitución del 3 de mayo de 1791, se introdujeron reformas significativas, pero las potencias vecinas impidieron la implantación de las mismas.

La Confederación dejó de existir en 1795 después de una serie de invasiones y tres particiones sucesivas del territorio polaco (1772, 1793, 1795) llevados a cabo por el Imperio Ruso, el Reino de Prusia y la Monarquía Austríaca de los Habsburgo.

Figura 7: Mapa de la Confederación Polaco-Lituana (fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Kiev_Voivodeship)

Figura 8: Las tres particiones de Polonia (fuente: http://global.britannica.com/event/Partitions-of-Poland)

Entre 1795 y 1918 no existía un estado polaco propiamente dicho aunque a lo largo de este tiempo surgieron varios movimientos de resistencia contra los imperios opresores. Después de la fallida de la última revuelta militar contra el Imperio Ruso, la revuelta de enero de 1863, la nación polaca no tuvo más remedio que preservar su identidad mediante iniciativas educacionales y de modernización de la economía y de la sociedad. La oportunidad para volver a conseguir la independencia no fue posible hasta después de la 1ª Guerra Mundial cuando las tres potencias entraron en declive como consecuencia de la guerra y las revoluciones subsiguientes.

Figura 9: La Segunda República Polaca (fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Second_Polish_Republic)

La Segunda República Polaca (Figura 9), establecida en 1918, existió como estado independiente hasta 1939, cuando la Alemania Nazi la invadió militarmente a principios de la 2ª Guerra Mundial y pactó un nuevo reparto del país, con la Unión Soviética, cediéndole la franja oriental. Millones de polacos murieron durante la ocupación nazi de Polonia entre 1939 y 1945 dado que el régimen nazi clasificó a los polacos, a los otros eslavos, los judíos y los gitanos como hombres de categoría inferior. Según el Generalplan Ost (Plan General del Este), los dos últimos grupos fueron destinados a campos de exterminio de nazis mientras que los eslavos habían de ser convertidos en "esclavos".

Durante la guerra mundial, un gobierno polaco de exilio continuó funcionando y los polacos contribuyeron a la victoria de los aliados participando en campañas militares en los frentes oriental y occidental. El avance del Ejército Rojo soviético en 1944 y 1945 forzó a Alemania a retirarse de Polonia y el país se convirtió en uno de los estados satélites de la URSS, conocido como República Popular Polaca entre 1952 y 1989.


Como consecuencia de los ajustes territoriales ordenados por los aliados victoriosos al final de la 2ª Guerra Mundial, el centro geográfico de Polonia se desplazó unos 200 km hacia el oeste
(Figura 10) y el país perdió su carácter multinacional y multiétnico a través de la exterminación, expulsión y migración de las nacionalidades alemana y judía durante y después de la guerra.

Figura 10: El desplazamiento de Polonia hacia el oeste (fuente: http://www.ivrozbiorpolski.pl/en/)

A finales de los años 1980, el movimiento de reforma y resistencia Solidarność (Solidaridad) fue crucial para conseguir una transición pacífica de un estado comunista al sistema capitalista y una democracia liberal parlamentaria. El resultado del proceso es la creación de la Tercera República Polaca.

Etnología: lenguas, religiones y minorías

Lenguas

La lengua principal de Polonia es el polaco, al grupo de lenguas eslavas occidentales, de la subfamilia de lenguas eslavas y de la familia de lenguas indoeuropeas. Debido a las migraciones forzadas (o limpiezas étnicas), principalmente de alemanes, producidas al final de la 2ª Guerra Mundial, Polonia es hoy un país que carece de minorías significativas y el polaco es no solamente lengua oficial del país sino también es lengua materna y “doméstica” de la inmensa mayoría de la población.

De hecho, las otras lenguas habladas en el país no representan más que un porcentaje reducido, alrededor del 3% de la población, según las estimaciones más elevadas (Figura 11). Entre ellas cabe señalar el alemán, hablada por unas 150.000-200.000 personas (según otras estimaciones, por 300.000-400.000 personas) en Silesia y una zona de Mazuria, así como dos lenguas eslavas regionales que muchos, aparentemente, nacionalistas polacos, consideran un simple dialecto del polaco: el casubo, hablado por 100.000-110.000 personas (según otras estimaciones 250.000-300.000 personas) en la costa del Báltico al oeste de Gdańsk, y el silesio, hablado por unas 150.000 personas en la región de Silesia. Aparte de estos, existen pequeñas comunidades de lituanos, bielorrusos, rutenos (una variedad del ucranio), ucranios y algunos más, poco significativas [2].


Religiones


Debido a las citadas migraciones forzadas, el país es muy homogéneo desde el punto de vista religioso, declarándose más del 90% de la población de la religión católica romana, y lo que es más la religiosidad o la práctica religiosa (“creer en Dios”) también se acerca a este porcentaje, siendo Polonia, junto con Rumania (y Grecia, Irlanda y Portugal), los países más religiosos de Europa. La elevada cuata de religiosidad se debe, aparentemente, a razones esencialmente políticas, a saber, a la asociación del catolicismo al ser polaco, entre el mundo alemán, esencialmente luterano, y el mundo oriental ruso, bielorruso y ucraniano, esencialmente ortodoxo. Las religiones de las minorías y otras religiones como pueden ser las comunidades protestantes son muy minoritarias en Polonia.



Por lo que se refiere a los judíos, otrora una comunidad muy significativo (3,2 millones de personas en la Polonia de entreguerras que incluía territorios de las actuales Bielorrusia y Ucrania occidental), hoy no cuenta más que unos 7.000-8.000 personas, como consecuencia del holocausto que golpeó principalmente el territorio del país [3].

Figura 11: Dialectos del polaco y lenguas de minorías en Polonia (fuente: https://www.pinterest.com/pin/303641199853968052/)

Minorías

De acuerdo con lo antedicho, Polonia no tiene minorías significativas en su territorio. Aun así, las autoridades polacas, para preparar la ratificación y la implantación de la Carta Europea para Lenguas Regionales y Minoritarias, firmada en 2003, definieron tres categorías de minorías: nueve minorías nacionales (mniejszości narodowe), cuatro minorías étnicas (mniejszości etniczne) y una comunidad que utiliza una lengua regional (społeczność posługująca się językiem regionalnym). En cuanto a la minoría gitana, la situación de Polonia es muy distinta a los países del centro y sur de la región de los Países del Este, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Bulgaria: la población estimada es de unos 40.000 personas, no más que un 0,10% de la población total [4] [5].

Población y demografía

Población

Tal y como se ha mencionado, Polonia tiene una población de casi exactamente 38 millones de habitantes y, con esta población, es, con creces, el país más poblado de los denominados Países del Este, objeto de este blog, representando un 38% de dicha región. En cuanto

La variación de la población de disminución muy moderada a pesar de, como se verá más adelante, Polonia ha sido uno de los países emisores de emigración más importantes hacia la Europa Occidental. Con datos de Eurostat, la población total ha variado, durante los últimos 10 años, desde 38.157.055 en 2006 a 38.005.614 en 2015. La evolución de la población desde principios de los años 1960 se muestra en la Figura 12.

Figura 12: Evolución de la población de Polonia (fuente: FAO; https://es.wikipedia.org/wiki/Demograf%C3%ADa_de_Polonia)

Demografía

Los principales factores de crecimiento vegetativo se resumen a continuación [6]:

  • Estructura de edades:
    • 0–14 años: 14.8% (varón 2,931,732/mujer 2,769,021)
    • 15–64 años: 71.7% (hombre 13,725,939/mujer 13,863,103)
    • 65 años y más: 13.5% (hombre 1,971,763/mujer 3,202,131) (2010 est.)
    • 0-14 años: 14.7% (hombre 2,910,324/mujer 2,748,546)
    • 15-64 años: 71.6% (hombre 13,698,363/mujer 13,834,779)
    • 65 años y más: 13.7% (hombre 2,004,550/mujer 3,245,026) (2011 est.)
  • Edad mediana:
    • total: 38.5 años
    • hombre: 36.8 años
    • mujer: 40.3 años (2011 est.)
  • Tasas de sexo:
    • al nacimiento: 1.06 hombre(s)/mujer
    • por debajo de 15 años: 1.06 hombre(s)/mujer
    • 15-64 años: 0.99 hombre(s)/mujer
    • 65 años y más: 0.62 hombre(s)/mujer
    • población : 0.94 hombre(s)/mujer (2012 est.)
  • Tasa de mortalidad infantil:
    • total: 6.42 muertes/1,000 nacidos vivos
    • hombre: 7.12 muertes/1,000 nacidos vivos
    • mujer: 5.67 muertes/1,000 nacidos vivos (2012 est.)
  • Esperanza de vida al nacimiento:
    • población total: 76.25 años
    • hombre: 72.31 años
    • mujer: 80.43 años (2012 est.)
De los distintos mapas demográficos de Europa desarrollados a nivel de NUTS 3 por Eurostat ya tratados en la entrada “Población. Demografía. Migraciones” del blog (y no repetidos aquí), pueden extraerse las conclusiones siguientes con respecto a Polonia:
  • Variación de la población, 2001-2011:
    • Como se ha visto, la población total de Polonia ha sido bastante estable en el período indicado (y también hasta nuestros días). Sin embargo, se aprecia un crecimiento en los grandes centros urbanos de Varsovia, Cracovia, Wrocław, Poznań y Gdańsk que muestran un crecimiento entre un 5 i un 10%, mientras que hay decrecimiento en zonas agrícolas del país (entre un 0 y un 5%), lo que indica un fenómeno de migración hacia las ciudades y también al extranjero de estas zonas menos prósperas.
  • Crecimiento vegetativo de la población, 2001-2011:
    • La mayoría de las regiones de Polonia muestran un crecimiento vegetativo positivo de la población, de entre un 0 y un 5% y entre un 5 y un 10% en la región costera de Gdańsk, excepto unas zonas en el centro y este del país. Estas cotas de crecimiento vegetativo son superiores a las de la mayoría de regiones de la zona y se deben al hecho de que Polonia no solamente es un país eminentemente católico sino también al alto grado de religiosidad i práctica religiosa que lo caracteriza.
  • Tasa de mortalidad infantil, 2012:
    • La tasa de mortalidad infantil es bastante homogénea en todo el país.
  • Esperanza de vida, 2011:
    • La esperanza de vida es bastante homogénea en todo el país, alrededor de 76 años, que coincide con las cifras de la práctica totalidad de los países de la región y, obviamente, es inferior a la de los países del oeste de Europa.
  • Índice de desarrollo humano, 2012:
    • La media de este índice es superior a la media de la mayoría de los Países del Este (entre 40 y 45) aunque, obviamente, es inferior a la mayoría de regiones de Europa Occidental (excepto Andalucía y Extremadura).
  • Migración neta, 2000-2008:
    • La migración neta está entre -0,5 i 5 ‰, bastante elevado i homogéneo en todo el país. Estas cifras muestran que Polonia es un país emisor de emigrantes que, a diferencia de los otros países emisores de la región, Rumania y Bulgaria, se compensa con el crecimiento vegetativo mayor.
Migraciones

Los fenómenos de migraciones en el territorio actual de Polonia empiezan entre los siglos XIII y XIV, cuando la Prusia (actual Polonia y Territorio de Kaliningrad) y los países bálticos son el escenario de la primera fase de la colonización alemana (el llamado Drang nach Osten o empuje hacia el este) por parte de la Orden Teutónica que, en ciertas partes de la región como la Prusia Oriental, se mantuvo hasta la 2ª Guerra Mundial. Fue también muy significativa la migración de comunidades judías asquenazíes (es decir, alemanas) hacia territorios del reino de Polonia de al época (actuales Polonia, Lituania, Bielorusia, y Ucrania occidental) para escaparse de los pogromos de finales de la Edad Media (siglos XIV y XV).

A finales del siglo XVIII, con la Polonia partida entre tres imperios, y a lo largo del siglo XIX, continua el empuje hacia el este, esta vez ya en forma de una colonización organizada (la Ostsiedlung), en los territorios anexados al Reino de Prusia de Polonia (Pomerania, Posen/Poznań y Silesia). El mapa de la Figura 13 muestra las zonas de dicho empuje hacia el este alemán desde el siglo XI hasta el siglo XIX.


Figura 13: Mapa de la expansión alemana hacia el este entre los siglos XI y XIX (fuente: https://aaronjhill.wordpress.com/2012/06/10/the-ostsiedlung/)

El último gran oleaje de migraciones que sucedió después de la 2ª Guerra Mundial fue, en realidad, otra cosa: una limpieza étnica de grandes proporciones debido a la nueva configuración de Polonia, cuyas fronteras se “movieron” unos 200 km hacia el oeste como consecuencia del Pacto Molotov-Ribbentrop de 1939 y el nuevo papel expansionista de la URSS. Así, mediante una de las operaciones de limpieza étnica europeas de todos los tiempos, unos 2 millones de polacos de las actuales Bielorusia y Ucrania y más de 10 millones de alemanes de los territorios de la Prusia Oriental, Pomerania y Silesia así como de fueron obligados a cambiar de país (Figura 14).

Durante el período de la Guerra Fría, con las fronteras virtualmente cerradas, las migraciones se cortaron totalmente. El telón de acero fue de verdad...


Figura 14: Migraciones forzosas o limpiezas étnicas posteriores a la 2ª Guerra Mundial en Europa del Este (fuente: http://themichmashcenter.blogspot.com.es/2014/02/the-ever-shifting-borders-betweenpoland.html

Desde la caída del comunismo en 1989, la emigración de Polonia hacia Europa Occidental ha aumentado significativamente. Después de la entrada de Polonia en la UE i, en particular a la zona de Schengen, más de 2 millones de polacos emigraron, principalmente al Reino Unido, Alemania e Irlanda. Aparentemente, la mayoría de ellos salió del país para buscar mejores oportunidades de trabajo en el extranjero pero siguieron manteniendo su estatus de residencia permanente en Polonia. En el año que puede considerarse como punta, unos 2,3 millones de polacos vivieron en el extranjero, la mayoría de ellos en Europa Occidental. Esta ha sido la mayor ola de migración económica de polacos desde la gran emigración de polacos a Estados Unidos, a finales del siglo XIX y principios del XX, que se estima entre 1,5 y 3,5 millones de personas. Hoy la emigración polaca es muy significativa en el Reino Unido, como lo muestra el mapa de la Figura 15.


Figura 15: Residentes nacidos en Polonia en Inglaterra y Gales (fuente: http://www.bbc.com/news/uk-politics-31442230)

En cuanto a la inmigración a Polonia es del todo insignificante. Aun así, el gobierno de derechas salido de las últimas elecciones del octubre de 2015, se ha alineado con la política radicalmente contraria a cualquier planteamiento de recepción de refugiados o inmigrantes del Grupo de Visegrád (Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría), bajo la acción conjunta de estos países en contra de la política migratoria en fase de definición de la UE, liderada por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

Organización territorial

Desde el 1 de enero de 1999, Polonia se divide en tres niveles de unidades territoriales: 16 voivodatos (województwo), 379 distritos (powiat) y 2478 municipios (gmina). Los voividatos polacos (voivodato es sinónimo de ducado) son aproximadamente del tamaño de un land alemán, una región francesa o una comunidad autónoma española. Sin embargo, Polonia no ha planteado por el momento una regionalización efectiva de su territorio, a pesar de un tipo bicameral de su órgano legislativo (Figura 16).

Tabla 1: Voivodatos de Polonia

Figura 16: División territorial de Polonia con los 16 voivodatos (województwo)

Organización política actual

Polonia es una república parlamentaria con un sistema de gobierno llamado semipresidencial. El jefe del estado es el presidente elegido por sufragio universal directo cada cinco años. El actual Presidente de la República de Polonia es Andrzej Duda.

El órgano legislativo es un parlamento bicameral que comprende una cámara baja, el Sejm, de 460 diputados y una cámara alta, Senat, de 100 senadores. El Sejm es elegido según el sistema d'Hondt, un método bastante generalizado en otros sistemas parlamentarios, entre ellos en España. El Senat es elegido con una particular votación en bloque de mayoría simple: se eligen los candidatos de mayor apoyo de cada distrito electoral. Excepto los partidos étnicos minoritarios, sólo los candidatos de los partidos que reciban al menos un 5% del voto total nacional pueden acceder al Sejm.

La estructura del gobierno comprende el Consejo de Ministros, dirigido por el Primer Ministro que actualmente es la Beata Szydło, del partido Ley y Justicia (PiS), de derecha conservadora. El Consejo de Ministros y el Primer Ministro son nombrados por el presidente y suelen pertenecer a la coalición mayoritaria del Sejm que además debe aprobar las propuestas. Por la repartición del poder ejecutivo entre el Presidente y el Primer Ministro, se considera Polonia un régimen semipresidencial.

El poder judicialtiene un papel importante en la toma de decisiones. Sus instituciones principales incluyen el Tribunal Supremo de Polonia (Sąd Najwyższy); el Tribunal Supremo Administrativo de Polonia (Naczelny Sąd Administracyjny); el Tribunal Constitucional de Polonia (Trybunał Konstytucyjny); así como el Tribunal Estatal de Polonia (Trybunał Stanu). El Sejm también designa al Defensor del Pueblo (Rzecznik Praw Obywatelskich) cada cinco años que debe ser aprobado por el Senat.

Economía

Las potencialidades económicas de Polonia en cuanto a agricultura y minería son más que envidiables. Los principales cultivos agrícolas de Polonia son el centeno y la patata (2º y 6º productor mundial, respectivamente), trigo, avena (3º) y remolacha azucarera. Cuenta con una importante ganadería porcina (7º), ovina y vacuna. Polonia ocupa una de los primeros lugares por su riqueza minera en Europa, sobre todo carbón (9º) y lignito (7º), localizada fundamentalmente en la Alta Silesia. Tiene también yacimientos de gas natural relativamente abundantes, así como plata (8º), plomo, cobre (9º), cinc y sal gema. Los sectores industriales más desarrollados son el siderúrgico, químico y mecánico.

Aun así, Polonia está considerada, en el seno de la UE, como “estado miembro menos desarrollado” (PIB por cápita inferior al 75% de la media de la UE). El PIB del país en 2014 fue de 443.000 millones de EUR lo que significó un PIB por cápita de 10.600 EUR, equivalente al 67% de PIB por cápita de la EU28 [7].

Referencias

[1] Lukowski, J. y Zawadzki, H. (2001). A Concise History of Poland. Cambridge: Cambridge University Press; disponible en intenret en: http://catdir.loc.gov/catdir/samples/cam031/00067438.pdf.
[2] Presence of Regional and Minority Language Groups in the European Union’s new Member states - Extension to Bulgaria and Romania (Contract 2008-2236/001-001 LLA EUSTUM). Final Report (iii). Comparative Synthesis; disponible en internet en: http://ec.europa.eu/languages/policy/language-policy/documents/summary-euromosaic-iv_en.pdf
[3] Jewish Populations in Europe. Institute for Jewish Policy Research, http://www.jpr.org.uk/map
[4] European Commission (2012). National Roma Integration Strategies: a first step in the implementation of the EU Framework. Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions. COM(2012) 226 final.
[5] Cahn, C. y Guild, E. (2010). Recent Migration of Roma in Europe (Migración reciente de romaníes en Europa). Comisionado para el Derecho del Hombre. Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE); disponible en internet en: http://www.osce.org/hcnm/78034?download=true.
[6] Central Intelligence Agency (CIA). World Fact Handbook, dispinible en internet en: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/pl.html y https://en.wikipedia.org/wiki/Demographics_of_Poland)
[7] European Union (2015). Key Figures on Europe 2015, Eurostat.

domingo, 13 de marzo de 2016

Etnología: lenguas, religiones, etnias, nacionalidades, minorías

La etnología es la ciencia social que estudia y compara las diferentes etnias o pueblos y culturas del mundo. Etnia puede definirse como “comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etc.” [1] donde entre los “etc.” se suele incluir, en primer lugar, las religiones. En esta entrada de blog se darán una pinceladas de algunos elementos etnológicos de los pueblos de Europa del Este, principalmente las lenguas y las religiones, y se identificarán los principales problemas nacionales relacionados con las minorías étnicas.

Lenguas

El principal elemento definitorio de una etnia es la lengua aunque no siempre es así ya que, por ejemplo, en la antigua Yugoslavia varias etnias comparten el mismo idioma otrora llamado serbocroata (hoy tiene denominaciones “nacionales”: serbio, croata, bosnio e incluso montenegrino) y son las religiones ortodoxa, católica y musulmana que determinan esencialmente quien es serbio (o montenegrino), croata o bosnio. En los países de Europa del Este objeto de este blog no es así y son fundamentalmente las lenguas que identifican las etnias, con excepción de la etnia gitana que muestra una gran diversidad desde el punto de vista lingüístico como se verá más adelante, aunque, por lo general, tiende a adoptar la lengua mayoritaria del país donde vive.

En Europa del Este las lenguas muestran una gran diversidad en cuanto a su pertenencia a familias y subfamilias lingüísticas. Como en el resto de Europa, la mayoría es de la familia indoeuropea, con excepción del estonio y del húngaro, que son lenguas finougrias (o ugrofineses, de la familia urálica, y del turco (minoría de Bulgaria) y del gagauzo (minoría de Moldavia) que son lenguas túrcicas de la familia altaica. Así, las lenguas europeas, si se incluye también la República Democrática Alemana (RDA), pertenecen a las subfamilias siguientes:
  • Lenguas bálticas: letón y lituano. 
  • Lenguas eslavas: 
    • Grupo occidental: polaco, checo, eslovaco, sorbio (minoría en la RDA), silesio y casubo (para algunos un dialectos del polaco, aunque reconocidas en Polonia como lengua étnica minoritaria).
    • Grupo oriental: ruso (minorías en Estonia, Letonia, Lituania y Moldavia), bielorruso (minoría en Letonia y Lituania) y ruteno (variante del ucranio, minoría en Eslovaquia). 
    • Grupo meridional: búlgaro. 
  • Lengua germánica: alemán (RDA, minorías en Hungría y en Rumania). 
  • Lengua latina: rumano (Rumania y Moldavia donde a menudo se llama moldavo). 
  • Lenguas finougrias: estonio, finés (minoritario en Estonia) y húngaro. 
  • Lenguas túrcicas: turco (minoría en Bulgaria) y gagauzo, una lengua derivada del turco (Moldavia).
Prácticamente todas estas lenguas se escriben con el alfabeto latino, excepto el búlgaro y el ruso. Los alfabetos se caracterizan por el uso elevado de dígrafos y de signos diacríticos para designar los fonemas muy variados no existentes en el latín.

Las lenguas de Europa del Este se visualizan, junto con las del resto de Europa, en el mapa de la Figura 1.

Figura 1: Mapa de las lenguas de Europa (fuente: http://thedockyards.com/linguistic-maps-of-europe/)

La Tabla 1, por su parte, sintetiza la información relativa a lenguas en la región de Europa del Este: lenguas, familias, subfamilias, países, número de hablantes, incluyendo las lenguas minoritarias habladas por un mínimo de 100.000 personas, excepto las minorías históricas como el sorabo en la RDA o el ruteno en Eslovaquia (cifras redondeadas a decenas de miles).

Tabla 1: Características de las lenguas y de las etnias de Europa del Este (elaboración propia y EUROMOSAIC III, http://bookshop.europa.eu/en/euromosaic-iii-pbNC7406031/)


Religiones

Como se ha dicho, la religión no es el elemento definitorio de las etnias en ninguno de los países de Europa del Este. No obstante, en casi todos los países existe una religión que puede asociarse a la etnia principal de cada país. Así, Estonia y Letonia son países luteranos, Lituania, Polonia, Chequia y Eslovaquia son católicos mientras que Rumania y Bulgaria o, más exactamente, los rumanos y búlgaros son ortodoxos. La excepción son los húngaros, mayoritariamente católicos aunque una tercera parte de la población siendo protestante, principalmente calvinista, y el porcentaje es aún más elevado de los húngaros en el este del país y en Transilvania, excepto los siculos (székelyek), un grupo étnico húngaro compacto en el este de Transilvania, que son mayoritariamente católicos (Figura 2).


Otra cosa es la práctica de la religión. En general, ésta es superior a la mayoría de los países de Europa occidental, fuertemente secularizados, dado que la religión aún constituye un elemento de autoafirmación de buena parte de la población en contra de los antiguos regimenes comunistas (Figura 3).

Figura 3: Mapa de la religiosidad (“creer en Dios”) en Europa (fuente: Eurobarometer Poll 2005)

Pero en esto también hay excepciones: la República Checa (el país más irreligioso de Europa) está por debajo de 10% de creyentes, Estonia por debajo de 20% y Letonia por debajo de 30%. Los países de religiosidad más alta son aquellos en los que la religión se ha ido asociando con un nacionalismo ferviente: los polacos católicos, entre alemanes (antiguos prusianos) luteranos y rusos ortodoxos, con más de 80% de creyentes activos, y los rumanos ortodoxos en contraposición de los vecinos y la minoría húngara, católicos y protestantes, con una religiosidad declarada de más de 90%.

Etnias, nacionalidades, minorías

Las etnias de Europa que, como se ha dicho, son esencialmente de base lingüística en los países objeto de este blog, se visualizan por las regiones NUTS 2 de la UE (equivalentes a las comunidades autónomas españolas) en la Figura 4, con indicación de las etnias minoritarias en países en que no forman parte de la nacionalidad constituyente del estado.

Figura 4: Mapa étnico de Europa basado en las lenguas (fuente: http://thedockyards.com/linguistic-maps-of-europe/)

Entre éstas, destacan los húngaros: más de un 20% de ellos, es decir, uno de cada 5 vive fuera de las fronteras en los países limítrofes, principalmente en Eslovaquia (medio millón), Rumania (un millón y medio), Serbia (300.000) y Ucrania (160.000), debido a la delimitación de fronteras sancionada por los Tratados de Trianon de 1920 y de París de 1947. La mayor de estas minorías, la de Rumania, representa un 8% de toda la población del país y 22% de la población de la región de Transilvania, pero la minoría húngara en Eslovaquia también se acerca al 10%. Existe también una minoría turca considerable, más de un 8% de la población total. Finalmente, cabe destacar la minoría rusa muy numerosa en los países bálticos: 25% en Estonia, 29% en Letonia y 6% en Lituania (donde, dicho sea de paso, la minoría polaca también llega al 7%).

Dos de los países de la región, la República Checa, Polonia y Hungría, carecen de minorías significativas. Los primeros dos como consecuencia de los exilios forzosos de millones de alemanes después de la Segunda Guerra Mundial (7 millones de Polonia y 3 millones de Checoslovaquia), ya señalados en la entrada “Población. Demografía. Migraciones”, bajo el capítulo “Migraciones”, y el tercero debido a los tratados de paz mencionados que redujeron el país al territorio “étnicamente limpio” y, como se ha comentado antes, incluso más allá.

En la mayoría de países existen legislaciones que reconocen, en mayor o menor grado, los derechos culturales de las minorías. Estas legislaciones son más desarrolladas en aquellos países en los que la importancia de las minorías en número de población y porcentaje es poco significativa, como Polonia y Hungría, y menos desarrolladas en países que tienen un problema real de minorías como Eslovaquia y Rumania y, en realidad, por muy significativas que sean las poblaciones correspondientes, en ningún país se reconocen las lenguas minoritarias como oficiales. Por otra parte, en ningún país se ha podido plantear políticamente la autonomía territorial de estas minorías aunque, como se puede ver en los mapas de la Figura 5, la minoría húngara vive en zonas claramente delimitadas donde tiene mayorías absolutas en numerosos municipios.



Figura 5: Mapa de la minoría húngara señalando las mayorías municipales en Eslovaquia y en Rumania (fuente: Wikipedia, Demographics of Slovakia and Rumania).

De hecho, el único movimiento político que lucha por la autonomía territorial de una minoría es la del País Siculo (Székelyföld), el territorio identificado en el mapa inferior de la Figura 5, con un apoyo político muy significativo del actual gobierno húngaro de Viktor Orbán (Figura 6). Esta autonomía tenía un antecedente, la Región Autónoma Húngara, que existía entre 1952 y 1960 más o menos en la misma zona, aunque, según muchos, no fue más que una concesión formal sin contenido hacia la minoría húngara.

Figura 6: Manifestación para la autonomía del País Siculo (Székelyföld) en Târgu-Mureş (Marosvásárhely) (fuente: erdely.ma)

Otra problemática representan las minorías rusas en los países bálticos donde, a pesar de su importancia poblacional, los individuos carecen a menudo incluso de los derechos de ciudadanía elementales. Así, en Estonia (un 25% de la población) y Letonia (29%), sólo la mitad aproximadamente dispone de la ciudadanía estonia y el acceso a ella por los demás habitantes rusófonos está muy dificultada por un proceso de naturalización compleja.

Tal como ya se ha expuesto en la entrada anterior de “Organización política actual”, la problemática de las minorías étnicas en Moldavia es un caso aparte. El país cuenta con dos zonas llamadas semiautónomas, Gagauzia (Găgăuzia) y Transnistria (Stânga Nistrului), pero, en realidad, se trata de una situación de facto: Transnistria (territorio más allá de Dniéster), con una población mayoritaria de ucranianos y rusos, está gobernado por unas fuerzas separatistas pro-rusos y los gagauzos tampoco aceptan las políticas del gobierno de Moldavia.

Los judíos

Desde un punto de vista etnológico, la población judía de los países de la región del Este de Europa constituye una particularidad que es necesario abordar de forma separada. Definir quien es judío y quien no, sin embargo, es notoriamente complejo debido a las definiciones varias y complicadas de la ley judía. Además, establecer las poblaciones judías europeas es especialmente complicado debido a la historia judía del siglo XX y más aún en la región objeto del blog que sufrió la mayor parte de las exterminaciones del holocausto.

Así, según la definición del Institute for Jewish Policy Research [2], en los estudios demográficos se habla de dos tipos de población: población “nuclear” (“core” population), aquellos que se reconocen como tales en las encuestas sociológicas y no han adoptado otra religión, y población “ampliada” (extended population) que incluye la población nuclear y aquellas personas de padres o abuelos judíos que han abandonado la religión o han adoptado otra. Según estas definiciones, la población judía de los países de la región se presenta en la Tabla 2, con estimaciones procedentes del citado instituto (Ibid.):

Tabla 2: Población judía “nuclear” y “ampliada” en los países de Europa del Este

La población judía de la región es, por tanto, muy reducida si se tiene en cuenta que los países de esta región, junto con las actuales Bielorrusia y Ucrania, fue la denominada “pale of settlement” (zona de confinamiento) de los judíos antes de la Primera Guerra Mundial y tuvieron las mayores concentraciones de judíos asquenazíes, es decir, de origen alemán o centroeuropeo, de Europa y que, la población estimada de 1939 de estos países sobrepasaba los 5 millones de personas. Estas cifras muestran por si solas los terribles “resultados” del holocausto nazi de la Segunda Guerra Mundial y de la emigración de muchos judíos al Estado Israel que se estaba formando a la sazón en Palestina. De la Tabla 2 puede deducirse que más de la mitad (un 57%) de la población judía actual de la región se encuentra en Hungría lo que se debe al hecho de que la maquinaria de exterminio que implantaron los nazis después de la ocupación del país en marzo del 1944 no consiguió “acabar su tarea” y, a pasar de deportar y asesinar unas 400.000 personas, los judíos de la capital, Budapest, consiguieron sobrevivir en el gueto de la ciudad.

La etnia gitana o romaní


Como caso especial, debe abordarse también La etnia gitana o romaní, llamada también zíngara, rom, sinti, manouche, caló o boyash también presenta un caso particular dentro de la etnología europea. Se trata de un pueblo originario de la región noroeste del subcontinente indio que migró a Europa a través de Anatolia y los Balcanes a principios del siglo XIV. La Europa Central y Oriental, es decir, los países que integran la región objeto de este blog, concentra la mayor población de gitanos de Europa.

La población gitana actual de Europa se estima en unos 10 millones de personas, es decir alrededor del 1,5% de la población total europea. Es, por tanto, la minoría más importante de Europa y la mayor parte de ella vive en la UE. Los gitanos de Europa que, como grupos principales incluye los romaníes de Europa central y oriental, los sintis o manouches de Europa occidental y los calós de la Peninsula Ibérica, son una etnia enormemente diversa dividida en numerosas comunidades incluso dentro de los mismos países de residencia. En muchos países se les considera una minoría étnica (y no nacional) y, como se verá más adelante, su presencia es más que significativa en Europa del Este.


Tal y como lo expone una comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo de 2012 titulado Las Estrategias Nacionales de Integración de los Gitanos: un primer paso para la aplicación del marco de la UE [3], “los gitanos [...] son muy a menudo víctimas del racismo, la discriminación y la exclusión social y viven en condiciones de pobreza extrema, sin acceso a asistencia sanitaria ni a viviendas dignas. Numerosos niños y mujeres gitanos son víctimas de la violencia, la explotación y la trata de personas, incluso dentro de sus propias comunidades. Muchos niños gitanos están desescolarizados y vagan por las calles. El desfase en los niveles educativos y la discriminación en los mercados laborales han llevado a los gitanos a elevadas tasas de desempleo e inactividad o a empleos de baja calidad, poco cualificados y mal remunerados.”

Sin embargo, no todos los gitanos viven en estas circunstancias, hay comunidades y grupos relativamente prósperos, generalmente comerciantes, a menudo pero no siempre ambulantes, y hay incluso grupos que han alcanzado cierto prestigio en la sociedad como, por ejemplo, los músicos zíngaros, de bandas tradicionales, de jazz o de música clásica en Hungría, un estatus similar a los bailaores y cantaores de flamenco en España.

Los gitanos ocupan un lugar particular en la imaginación europea como “nómadas” lo que la mayoría de ellos considera errónea y estigmatizante. Las razones para esta consideración provienen de los relatos tradicionales y del hecho de que algunos grupos “gitanos” (aunque hoy día un número muy pequeño de personas) siguen siendo nómadas, en particular en Francia, Rumania y países de la antigua URSS. A esta idea ha podido contribuir, precisamente, el desplazamiento masivo de romaníes rumanos, principalmente aunque no solamente, a países de lengua latina de Europa occidental, en particular España, Francia e Italia, donde, por sus costumbres y comportamiento distinto a las importantes comunidades existentes han causado cierto rechazo entre la sociedad (Figura 7).


Figura 7: Un grupo de gitanos rumanos en Madrid (fuente: El Mundo, 21/11/2014)

En cuanto a sus rasgos distintivos lingüísticos, las comunidades gitanas, aparte de conocer, por regla general, las lenguas nacionales de los estados, suelen hablar diversos dialectos del romaní u otras lenguas más minoritarias como el beash o el yenich como lenguas “domésticas”. Sin embargo, existen también comunidades importantes que no hablan romaní sino las lenguas de sus países de residencia incluso como lenguas “domésticas”, como los romungro el húngaro y varios grupos en Rumania y en Hungría el rumano.


Aunque por motivos distintos que en el caso de los judíos, la estimación de las poblaciones gitanas es igualmente difícil. Los censos oficiales de los distintos estados no suelen reflejar el número real de los miembros de esta etnia ya que los romaníes a menudo son reacios a anotar su identidad étnica y registrarse como tales por miedo a discriminaciones o porque se consideran estar en vías de asimilación y, por tanto, no se identifican enteramente como gitanos. Por ello, los datos oficiales son en general muy inferiores a las estimaciones hechas por organizaciones romaníes. Así, en la Tabla 3 siguiente elaborada a partir de los datos contenido en un estudio de la OSCE [4], se recogen tanto los datos de los censos como las horquillas de las estimaciones para los distintos países de la región.


Tabla 3: Población de la etnia gitana en los países de Europa del Este (fuente: OSCE)


De la tabla puede apreciarse, en primer lugar, la gran diferencia entre las cifras de los censos oficiales, antes comentada, que en países como Chequia o Eslovaquia son muy significativas. El porcentaje global de la etnia gitana con respecto a la población total es del 4% pero la región puede dividirse en dos subregiones en cuanto a la presencia de gitanos: mientras que en la mitad norte los porcentajes no sobrepasan el 2%, en la mitad sur, concretamente en Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria, se acercan al 10% y en Bulgaria incluso lo sobrepasan. Esto quiere decir que la etnia gitana es en estos países la primera o la segunda minoría lo que, debido a las mencionadas situaciones de pobreza, discriminación y exclusión, puede derivarse a comportamientos racistas no solamente en los países de Europa del Este, sino también, debido a las migraciones de importantes comunidades, incluso en la parte occidental de la UE.

Referencias

[1] Diccionario General de la Lengua Española. Real Academia Española, 1992.
[2] Jewish Populations in Europe. Institute for Jewish Policy Research, http://www.jpr.org.uk/map
[3] European Commission (2012). National Roma Integration Strategies: a first step in the implementation of the EU Framework. Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions. COM(2012) 226 final.
[4] Cahn, C. y Guild, E. (2010). Recent Migration of Roma in Europe (Migración reciente de romaníes en Europa). Comisionado para el Derecho del Hombre. Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE); disponible en internet en: http://www.osce.org/hcnm/78034?download=true.